Sabemos que nuestro lápiz debe moverse y tomar notas, pero la clase no está captando nuestra atención.
Estamos aburridos, está bien afuera, tenemos otras cosas en mente, etc.
Así que movemos nuestros lápices pero producimos garabatos. Puede mantenerlo entretenido y escuchar más de la clase (a veces) que si se espacia o se permite pensar en otras cosas.