Tener una voz fuerte puede hacerte escuchar por casi cualquier persona. Reducir tu voz de lo contrario te hará insoportable.
Cuando hablas, puede parecer grosero o que te vean enojado. Es posible que no obtengas el beneficio de la duda cuando comienzan a gritar y justificarse.
Y mientras tanto, una voz fuerte puede permitir que la atención de todos se concentre. Todos los ojos que quieras (o no) estarán sobre ti. Si eres instructor, eso es lo que necesitas.
Y también, puede que también te vean como una persona más feliz y jovial.
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Por lo tanto, hay ventajas y desventajas de tener una voz fuerte. Depende de lo que la gente piense de todos modos. Tengo una voz fuerte y, aunque me impide, la uso para mi ventaja.