Sí lo hizo. El libro coincidió con muchas de las ideas que encontré en Filosofía existencial y Budismo sobre la naturaleza engañosa e intrascendente del Ser … No soy tan importante. Todavía puedo disfrutar de la vida pero, no tengo que ser el centro de la misma o, tomarme tan en serio. Soy una pequeña parte de un todo mucho mayor.
Una de las cosas que me gustó de este libro es que hablaba de ideas, a diferencia de las personas, como inmortales. Esto es más o menos lo que observo … las ideas parecen persistir, no las personas.