No he sido testigo de ningún mal comportamiento hacia los rusos en Austria. Soy austriaco y, a nivel personal, tengo varios amigos y colegas rusos y nunca he experimentado ningún problema en las relaciones interpersonales, muy al contrario. He encontrado a la mayoría de ellos extremadamente competentes en sus respectivas áreas de experiencia, bien educados, agradables de estar cerca, increíblemente hospitalarios y amigables.
Las actitudes austriacas hacia la política rusa, por otra parte, son muy controvertidas. Mientras que algunos se oponen firmemente a las nuevas actitudes expansivas y beligerantes del gobierno de Putin, otros critican las sanciones de la UE y Estados Unidos contra Rusia por razones económicas.