Parece que no es una cuestión de cómo, sino de por qué. Trate de encontrar una buena razón para mantener una apariencia externa “buena” (sic). Si no se puede encontrar eso, probablemente no tenga sentido mantener tal actitud. Si hay una buena razón, las cosas se vuelven más fáciles una vez que sabemos para qué sirven.
Date un tiempo para pensar en ello. Finalmente, tenga en cuenta que, en muchas situaciones, es solo una cuestión de tiempo resolver algunos problemas.