‘Valor’ es un concepto relativo. Tan relativo, de hecho, que hay un millón y una manera diferente de verlo.
Tal vez todos los humanos valen una cantidad muy alta.
Tal vez algunos humanos valen más que otros.
Tal vez todos los humanos no valen nada en absoluto.
- ¿Qué es lo que más te disgusta de las personas de tu generación y por qué?
- ¿Cuál es la mejor manera de hacer que las personas se den cuenta de la importancia de votar?
- Si estás interesado en algo, pero no sabes mucho al respecto, ¿no es prudente especializarse en ello?
- ¿Por qué las personas se preocupan solo de sí mismas?
- ¿Qué harías cuando la gente dijera “eres la persona más estúpida del mundo”?
Todo eso y todo en el medio.
Si deseas verte a ti mismo como “no valer nada”, eso no es menos válido que una respuesta de Internet que te diga lo contrario. Usted, y solo usted, inventa las definiciones de conceptos abstractos como “valor” en el contexto de su vida. Nadie más tiene derecho a hacerte tragar una definición en la que no crees.
Pero dicho esto, ¿vale la pena creer que vales muy poco?
¿Qué ganas con pensar eso?
¿Eres más feliz?
Más rico?
¿Más alto, más rápido o más fuerte?
Probablemente no.
De hecho, apuesto a que la única razón por la que crees que vale menos que todos los demás es porque insistes en que sea la verdad. Una verdad derivada, que has hecho de la suma total de experiencias en tu vida. Y la verdad, probablemente crees, triunfa todo.
¿Pero a quién le importa una mierda qué es la verdad? Podría estar equivocado, podría estar sesgado y, lo peor de todo, podría ser mentalmente destructivo. Si tiene un millón de posibles “verdades” disponibles para usted y no tiene una forma definitiva de encontrar la más correcta, ¿no debería creer en una verdad que le ayude más? ¿El que te hace ambicioso, feliz y apasionado?
Entonces, sí, tal vez vales menos que otros. Tal vez esa sea la verdad. Pero no te sirve de nada pensar eso. Lo que te hace bien, es creer que vales algo, ya sea por encima o por encima de otros.
La verdad absoluta es para los masoquistas y las personas perfectas, dos razas de las cuales solo una existe realmente. Y ser un masoquista reacio no es divertido. Cree que eres tan digno como los demás, y tal vez algún día, dejarás de “creerlo” y comenzarás a aceptarlo como tu verdad.