A nadie le importa lo guapo que es su chico de oficina. Siempre lo llamarán solo cuando necesiten su servicio.
¡Y a nadie le importa qué tan malos o malos hábitos tiene su jefe! Siempre lo respetarán e irán a él porque lo necesitan.
Así que concéntrate en el trabajo a mano. La gente es demasiado egoísta como para pensar en ti. Si eres útil para ellos, te amarán de todos modos.