Cada vez que me pasa algo vergonzoso en el que pierdo el control, no puedo dejar de volver a vivir ese escenario en mi mente durante días. ¿Qué tengo que hacer?

Reconoce tu error. No hay nadie perfecto. Intenta hacerlo mejor la próxima vez no en comparación con nadie. Crear buenos hábitos de comportamiento. Sé menos impulsivo. Controla lo que dices. Piensa antes de hablar.

Quizás estás permitiendo que la presión de tus compañeros te controle. Estás permitiendo que la virtud de lo que todos piensan sobre ti te llegue.

Después de cometer errores, piensa en ellos. Habla con alguien en quien puedas confiar. Ábrete a ti mismo. Escuchar consejo Decide lo que oyes. A ver si tiene sentido.

Nuestro cerebro ama la verdad. Se tranquiliza. La confusión o las verdades distorsionadas crean ciclos de contradicciones que te dejan en un estado de desesperación.

Algunas personas a través de la práctica pueden lidiar con información contradictoria. Otros no pueden tolerarlo. Acepta la verdad y deja que fluya la falsedad sin darle batalla.

Te irás mejorando a medida que pase el tiempo.

¿Alguna vez sonríes o incluso te ríes cuando alguien más se equivoca? Si es así, entonces entiendes lo pasajero que fue ese instante.

Necesitas tomarte menos en serio, y aligerar. La próxima vez que ‘pierdas el control’ (por cierto, ¿qué quieres decir con eso?), Comienza a reírte de ti mismo. Se te permite bromear de vez en cuando; todo el mundo lo hace