Cuando tenía aparatos ortopédicos, a menudo me preocupaba que tuviera comida en ellos. La lechuga cortada en tiras y los fideos largos y delgados (ramen, fideos, etc.) siempre rebosaban entre ellos y era frustrante sacarlos. También me preocupaba que me molestaran un poco la respiración, porque me frotaban las mejillas y el interior de los labios constantemente y hacían que esas manchas se volvieran un poco crudas.
¡No dejes que estas cosas te disuadan de conseguirlas! ¡No me di cuenta de lo mal que estaban mis dientes hasta que me quité los aparatos, y luego me sentí como una nueva persona! Así que tienes una sonrisa divertida y comida en tus dientes de vez en cuando durante unos años … ¡podrás pasar el resto de tu vida con una hermosa sonrisa! 🙂