Predicamos el amor, pero no lo hacemos. Hay una cosa llamada hermandad que a nadie le importa. Hay paz, tirada como una muñeca de trapo en las calles polvorientas. Todas las cadenas de confianza se ha roto. Las personas temen amar a los extraños porque temen ser violadas.
Nosotros somos humanos. Predicamos todo y hacemos, ninguno.