Las cosas terribles, por supuesto, van a suceder en el futuro. Habrá ciclones, terremotos, tsunamis, pérdida de vidas y lo que no. Pero todas esas cosas terribles no le van a pasar a una sola persona. Mañana me puedo levantar y descubrir que no tengo dónde llamar a casa o que no tengo dinero para comprar comida. Bajará mi moral y me hará la pregunta habitual “Por qué yo”.
La cosa es que nunca tendré ningún control sobre tales situaciones. Así que me deleito con el pensamiento “La ignorancia es una dicha”. ¿Por qué perder el tiempo imaginando todo tipo de situaciones desordenadas? Piensa en ambos. Cosas malas y buenas. Obtendrá una mezcla de ambos. Y luego decidirás qué hacer al respecto. Todo sucederá a tiempo.