Solía ser cuando las mamás llevaban delantales y todos se sentaban a cenar a las 5:30 cuando los hombres llegaban a casa del trabajo. La gente supo no llamar hasta las 6:30 o 7, después de los platos y la tarea. Esos días pasaron. La mayoría de las noches, nos sentamos a cenar a las 7.
En cualquier caso, casi todos tienen contestadores automáticos, ahora. Yo no estaría preocupado.