¿Cómo te conviertes en una persona de integridad?

Es algo que requiere práctica, como con cualquier hábito. Como pediste pasos, así es como lo desglosaría:

1. Haz lo que le digas a otras personas que vas a hacer.
– Comience con las cosas pequeñas como llamar cuando dice que va a ir y vaya subiendo desde allí.
2. Haz lo que te digas a ti mismo que vas a hacer.
– Las resoluciones de año nuevo son un buen lugar para comenzar. (¡No es demasiado tarde! Hoy es el Año Nuevo chino, eso es lo que cuenta).
3. Di la verdad, como la ves.
– Posible excepción para cuando no se te solicite. Ejemplo: “Wow, bebé, te ves muy gordo en esos pantalones!” sería algo que puedes guardar para ti mismo y aún así mantener tu integridad.
4. Respeta a los que te rodean, incluso a los que no te gustan.
– Ayuda asumir que incluso las personas molestas tienen buenas intenciones. (Aunque no siempre es cierto, a la larga es mejor para tu cordura).
5. Respétate a ti mismo.
6. Enjuague y repita.

Comienza con poco, y no te castigues si no eres perfecto en eso de inmediato. Los buenos hábitos llevan tiempo.

O llegar a ser una persona de integridad. No hay nada más noble que puedas hacer para obtener y mantener la confianza de las personas que te rodean. La persona de integridad le dirá algo a alguien y lo seguirá. Esto no es tan simple como parece.

Esto viene de saber quién eres, conociendo tus limitaciones. Una vez que conozca sus fortalezas y debilidades, podrá hacer promesas basadas en sus fortalezas y luego establecer límites según sus debilidades. Sepa esto ahora, aunque todavía no conoce todas sus fortalezas y debilidades, las descubrirá, pero una vez que las aprenda, las cosas se vuelven más fáciles.

Integridad no significa perfección, significa que estás creciendo en la verdad y que, con base en esa verdad, puedes cumplir tus promesas. La palabra de Dios presenta este poderoso crecimiento en Juan 8: 31–32; Si permaneces en mi palabra, eres verdaderamente mis discípulos, y sabrás la verdad, y la verdad te hará libre. Hay libertad en la integridad, pero requiere crecimiento. Aprender la verdad te hará libre la libertad de convertirte en una persona íntegra.

Cuando se le preguntó cuál era la lección más importante de la Biblia, el rabino Hillel respondió: “Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti. Todo lo demás es comentario”.