¿Por qué muchos jóvenes (parecen) odian la ópera?

Me gana.

Entiendo y comprendo la mayoría de las respuestas dadas aquí ya. Y, intelectualmente, al menos, estoy de acuerdo en su mayor parte.

Pero cada vez que voy y veo esta forma de arte, no puedo evitar pensar: “¿Cómo es posible que a alguien, y honestamente, no le guste esto?”

Mi mejor conjetura es que:

Nunca han intentado seriamente apreciar la forma de arte.

Lo que quiero decir con esto, es:

(1) ¡Nunca han visto esta forma de arte como estaba destinada, en vivo!

(2) Son demasiado rápidos también para juzgar. Si piensas para ti mismo al final de La Traviata, “¡Oh Dios mío! ¡Le tomó media hora morir! ”Te has perdido el punto, y te lo has perdido porque estabas demasiado ciego al diálogo musical y dramático en general. (He escuchado esto saliendo de una producción de esta ópera antes.)

(3) Se han comprendido los estúpidos estereotipos de la ópera sin haberlos visto nunca.

(4) Piensan que solo con escuchar un aria una vez en youtube, es suficiente experiencia para poder juzgar todo un género de trabajo.

(5) En relación con el último, creen que pueden juzgar la ópera basándose únicamente en sus cualidades dramáticas o en sus cualidades musicales, cuando en realidad es la combinación e interacción de las dos lo que hace que sea una forma de arte convincente.

Si te tomas la ópera con seriedad, con el corazón abierto y la mente abierta, asistes a las buenas presentaciones en vivo de estas óperas y ves más que algunos ejemplos de ópera, no veo ninguna razón por la que a alguien le disguste u odie. .

La ópera está lejos de ser una empresa elitista, la gente acaba de llegar a pensarlo como tal. La ópera italiana del siglo XIX, en particular, fue extraordinariamente popular y una empresa de gran éxito. Y no habría sido así, si no hubiera atraído a grandes audiencias. Creo que Verdi, uno de los mejores compositores de ópera, dijo una vez que la verdadera prueba de cuán buenas eran sus óperas era la taquilla. ¡Y la taquilla rara vez le fallaba!

La ópera está llena de melodías pegadizas y maravillosas. Está lleno de drama y risas. Está lleno de maravilla y vida.

Y, lo que es más importante, está ahí para que lo descubran las personas que lo “odian”, como una de las formas de arte más fenomenales y diversas que existen.