Más que acercarme me preocupa tu motivo. Si su motivación para tener estas conversaciones es que le importa y le preocupa que la persona comience con esa preocupación, no su diagnóstico. Eso requeriría compasión por la persona.
Lo que has escrito como ejemplos suena muy parecido a alguien que solo quiere darle a alguien una parte de su mente. Esa es la actitud equivocada y te animo a que revises tus motivos en la puerta.
El abuso, los hogares rotos, la falta de dirección y la sensibilidad excesiva son todos problemas serios que no se pueden resolver en una conversación. Requieren que el oyente procese el problema por completo (sus orígenes y los efectos en sus vidas y la decisión de cambiar) antes de que se produzca la acción.
Así que tal vez comenzar con preguntas en lugar de un diagnóstico arrogante sería mejor.
“¿Por qué crees que todavía no has tomado acción en alguno de tus objetivos?”
“¿A dónde ves que se dirige tu vida en los próximos 5 años?”
“¿Qué efectos crees que tu relación abusiva ha tenido en tus relaciones actuales?”
“¿Crees que venir de un hogar roto te ha impedido confiar?”
Las preguntas abren la puerta al diálogo o le informan que la persona no está lista para participar en el tema. No es tu derecho o responsabilidad ir a decirle a las personas las cosas difíciles y ofensivas solo porque crees que es hora.