Hace muchos años, alguien con autoridad formal sobre mí mintió acerca de mí, lo cual tuvo consecuencias devastadoras y cambiantes en mi carrera. Más de una década después, cuando ella hizo exactamente lo mismo a otra persona y fue convocada públicamente, pensé: “Lo que va, vuelve”.
Mantuve mis sentimientos para mí misma, pero me sentí bien al verla retorcerse en la televisión en vivo, años después de que ella se saliera con la suya con una de las cosas más malas que alguien me había hecho.
En tu corazón, tiene sentido reconocer una especie de reivindicación lateral. Las declaraciones falsas sobre mí nunca fueron aclaradas, pero fueron olvidadas. Las que ella repitió sobre otra persona estaban expuestas.
No puede deshacer el pasado, pero es importante que ella no siguiera escapándose con ese tipo de fraude e intimidación.