Me parecería más plausible que los ángeles pudieran mover los pensamientos de los seres humanos para evitar el peligro o evitar lesiones.
La vida de Sócrates, por ejemplo, está llena de ejemplos en los que evitó el peligro para sí mismo o para los demás al prestar atención a la “pequeña y silenciosa voz” de lo que llamó demonio o signo .