Placeres para nosotros mismos. Nuestra “materia” inherente es el insaciable deseo de placer. El software original que opera esta “materia” es el “principio de placer / dolor” autocentrado y subjetivo. Hoy en día, esta orientación introvertida e interesada se ha vuelto autodestructiva en un mundo interconectado e interdependiente globalmente, por lo que tenemos que actualizar nuestro software. No podemos cambiar nuestro “asunto”, siempre nos impulsará el deseo cada vez mayor e insaciable de los placeres. Pero a través de una conexión positiva y mutua, podemos ajustar cómo y por quién se recibe ese placer.
Un deseo por el placer no es el egoísmo | Laitman.com