- Levántate: si te sientas cuando tu agresor está de pie, te pondrás en desventaja.
- Mantén la calma, respira profundamente. No parezcas agresivo ni amenazador. Habla con un suave tono de voz. Si estás demasiado tenso, podrías cometer un error. No dejes que tu agresor sepa que eres vulnerable.
- Desactive la situación: use la empatía y las habilidades de escucha para descubrir por qué su agresor quiere pelear. Haga preguntas como “¿En qué puedo ayudarlo?” Distraiga a su agresor haciendo una observación. No involucres a tu agresor en una pelea.
Si quieres saber más, lee y suscríbete:
Cómo desactivar una pelea antes de que comience en defensa propia