Desde el punto de vista de un lector de ciencia ficción, los planes de Elon Musk son Heinlein puro. Tiene una visión del futuro, que va desde los viajes espaciales a las fuentes de energía, que muchas personas crecieron esperando que se realizaran a estas alturas. Ver a alguien esforzarse por hacer asequibles las lanzaderas de cohetes, junto con el fin del transporte terrestre basado en combustibles fósiles, es increíblemente gratificante. Además, su base de operaciones es Los Ángeles, hogar de algunas de las mejores mentes de la ingeniería aeroespacial.
Por el contrario, el Silicon Valley de Mark Zuckerberg es Dick puro. (Phillip K. Dick, por no hablar del juego de palabras intencionado). La visión del futuro de Facebook consiste en aprovechar una aplicación para mirar el ombligo de modo que la KGB pueda controlar las mentes de los estadounidenses de sangre roja mientras les alimenta sus raciones diarias de películas de rapé propaganda de reclutamiento terrorista, y su propia bilis regurgitada en una cámara de eco inmersiva. Básicamente, es que Matrix cumple con Skynet, con “Skynet” escrito en una minúscula color beige inofensiva para que no sea necesaria una “advertencia de activación”. Incluso los villanos de Bond tienen planes más sensatos que los de Zuck, y tendrían más dignidad que servir como el perro de carrera de Calígula. Y el resto del Valle quiere que usemos saleros con capacidad para Wi-Fi y cerraduras de puerta “inteligentes” que nos echan de nuestras casas durante las actualizaciones de firmware. Literalmente nadie pidió ese futuro, o al menos nadie en el mundo libre.