Algunas de sus reacciones no pueden verse afectadas por su voluntad consciente, como ruborizarse y sudar las manos. Otras reacciones pueden.
Con otra persona o por su cuenta, trabaje de una manera que pueda decir que está ansioso. A los niños en edad escolar a veces se les dice que sientan el pulso en la muñeca o el cuello, y luego que respiren más lentamente y que disminuyan la velocidad. A algunas personas se les dice que miren, realmente miren, su entorno. (Otro efecto de los nervios es hacer que uno se dé cuenta de las cosas que lo rodean). Se les dice a los demás que relajen todos los músculos tensos, que intenten un ejercicio de respiración o que cierren los ojos e imaginen un lugar tranquilo y silencioso. A veces su médico puede ayudarle a hacer esto. No cuesta dinero extra y puede facilitarte la vida.