El ego no necesita ser controlado. El ego necesita ser manejado. Hay diferencia entre controlar y administrar. Si uno controla o suprime demasiado el ego, puede llevar a la falta de autoestima. Y si uno deja el ego completamente descontrolado, puede conducir a la arrogancia. Así que la mejor palabra es administrar en lugar de controlar. Por lo tanto, el ego necesita ser manejado adecuadamente para no permitir que uno se deslice hacia ninguno de los lados.
Bien. ¿Cómo manejar el ego?
La capacidad de manejar el ego tiene que ser cultivada de una manera lenta y constante. En el éxito a través de grandes logros, uno debe aprender a ser humilde para no dejarse arrogante. En caso de fracaso, a pesar de los grandes esfuerzos, uno debe aprender a no dejarse caer en la zona de falta de confianza en sí mismo.
Un enfoque lento y constante con un autoanálisis regular ayudará y guiará a una condición tan ideal donde el ego está bien administrado.
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Espero que esto quede claro.