Perderíamos la batalla a la gravedad. Podemos sobrevivir, pero no tanto tiempo. Nuestros cuerpos deben resistir firmemente la gravedad cuando estamos verticales. Y es con efectos inteligentes, pero limitados. Tomemos el sistema circulatorio. Nuestros corazones son muy eficientes en bombear sangre a nuestros miembros. Recuperarlo requiere una ingeniería inteligente. Las venas tienen muy poca presión sanguínea, por lo que están equipadas con válvulas de una vía que evitan el reflujo. El movimiento de nuestros músculos sirve para masajear la sangre hacia el corazón, para ayudar aún más. Y las fugas son manejadas por los vasos linfáticos, que funcionan de manera similar.

Es un increíble conjunto de tuberías. Pero no es perfecto. Dependiendo de nuestra edad, la función varía. Cuanto más envejecemos, menos efectivamente funciona.

Además, nuestros músculos están diseñados para el movimiento y el cambio de postura con frecuencia, no una postura vertical continua. Y nuestra necesidad de dormir es inevitable. Cuando nos reclinamos para dormir, le damos al cuerpo tiempo para devolver el exceso de líquido corporal de las extremidades, así como para restaurar nuestro sistema nervioso.

¿Cuánto tiempo podríamos sobrevivir? Depende de la edad y salud de la persona. Por mi parte, no quiero averiguarlo.