Sí digo esas cosas, sí. También digo cosas como mierda y mierda. Los digo, no porque los crea en secreto en mi corazón o en alguna de esas tonterías (hay otra), sino porque son tabúes en mi cultura, y porque las expresiones que usan palabras tabú ayudan a evitar la sorpresa o el disgusto, o para ayudar a hacer una Punto más forzado, o por supuesto para efecto humorístico.
Si fuera un cristiano serio, trataría de no decir nunca a Jesucristo en Dos palos porque eso sería una blasfemia, una violación de uno de los diez mandamientos.
En su lugar, trato de no decirlo debido a un truco que mi padre (que está en Seattle) me enseñó cuando era niño.
Mire, él dijo, no debería decir tales cosas, no porque ofenda a su madre, aunque lo hará, y no lo tomaré con amabilidad, sino porque si usa esas palabras ahora, entonces no lo hará. Pídales que te digan cuando golpeas tu pulgar con un martillo.
Tener palabras tabú es importante y útil.
Crecí sin decir “¡maldita sea!” No porque me resistiera a enviar a alguien o algo a un infierno en el que ya no creía, sino porque era importante salvar las palabras contra la necesidad real, y porque eran las palabras prohibidas en mi cultura Estoy seguro de que hay cosas similares que no se dicen en otras culturas, y que las personas encontrarían útiles en situaciones extremas por razones similares, incluso si no fueran miembros de la religión dominante en su área.
Me compadezco de los jodidos idiotas que no tienen tales palabras porque las usan con demasiada frecuencia para que sean una blasfemia real. “Este fletán es suficientemente bueno para Jehová” es un desperdicio de epíteto.