Si la persona “insegura” en cuestión, ni siquiera reconoce que es realmente insegura y controladora, ¡serás tan útil como una cuchara ranurada para cucharear sopas acuosas!
El cambio viene de dentro y el primer paso hacia el cambio es reconocer el hecho de que uno tiene que cambiar. Sin realización o reconocimiento, el cambio nunca puede ser posible.