Suponiendo que se trata de alguien con quien debes lidiar aunque te odien, entonces tienes que encontrar la razón no tan obvia por la que te odian. Si es algo que estarías dispuesto a cambiar, ¡voilá! problema resuelto.
Esto simplemente tomará la comunicación. Hable con ellos en privado acerca de esto, para no ponerlos en el lugar frente a otras personas. Cuando les pregunte el motivo, intente separarlos, personalmente, de la acción. Por ejemplo, no solo pregunte “¿Por qué me odias?” Esto supone que lo hacen, y los acusa de algo malo, por lo que responderán con negaciones o agresiones. En su lugar, convierta el odio en un comportamiento que esté separado de su yo real, preguntándoles “¿Por qué ACTÚAS como si me odias?” O “Pareces ser odioso conmigo. ¿Por qué? “Esto les deja espacio para explicar un comportamiento sin admitir que ellos mismos son malos. Es una diferencia sutil, pero funciona.