Algunos investigadores están sugiriendo que los agujeros están vinculados subconscientemente con el peligro, y que los trifosfobos experimentan ataques de ansiedad porque el peligro de los sentidos asociado con un agujero aumenta exponencialmente cuando hay muchos (por respeto no incluiré un ejemplo visual, pero sabes qué media).
Otra teoría sugiere que, debido a que algunos de los animales más venenosos tienen muchos poros pequeños en la piel, una parte del cerebro confunde el objeto (digamos un panal de abeja) para una criatura venenosa, causando una respuesta de miedo intenso.