Cuando las personas suponen que existe “normal”, quedan atrapados en dilemas humanos de manera continua.
Es mejor ir más allá del modo primitivo que supone que uno debe hacer, solo lo que otros están haciendo o han hecho.
En primer lugar, no existe tal cosa como “normal”.
Hay gente común y ellos hacen cosas comunes. Hay personas extraordinarias que hacen cosas extraordinarias.
- ¿Por qué la gente lleva tanto resentimiento?
- ¿Cómo dejar de malinterpretar o juzgar las palabras e intenciones de las personas? ¿Por qué siento que me “atacan”?
- ¿Puedes controlar el comportamiento autodestructivo?
- ¿Por qué siempre pienso que soy más eficiente que yo y tengo más tiempo que yo?
- ¿Por qué siempre siento que hay una araña en mí?
La gente común es superficial y pasa por la vida preocupada por las apariencias.
Las personas extraordinarias son extraordinarias porque no son comunes, y no lo hacen.
Ir por la vida restringiéndose a ser “normal”.
Por supuesto, es una decisión individual que debe tomar una persona. Hay opciones.
Uno puede pasar una vida entera intentando mantener la apariencia de ser “normal”.
Otras personas realmente se dedican a vivir. Es una elección personal para hacer.
Podría decirse que esta es una de las razones por las que muchas personas aparecen en los medios de comunicación públicos refiriéndose a su depresión o pensamientos suicidas.
No me gustaría ser “normal”. Como indiqué,
“Primero, no hay tal cosa como algo normal”.