A menudo hablo sin rodeos y me encuentro incapaz de adular a otras personas. ¿Debo intentar cambiar?

La comunicación es uno de los ingredientes clave para la supervivencia y el sustento. Hablar es una actividad en la que todos nos dedicamos. Como sabemos que todos los seres humanos somos diferentes, cada uno de nosotros alberga diferentes conjuntos de ideas, creencias y valores. Hablar facilita un intercambio de estos. Las conversaciones nos ayudan a construir una base sólida para nuestra relación con otras personas. Es a través del acto de hablar que podemos medir la perspectiva de un individuo, entender su enfoque hacia los diversos aspectos de la vida y la vida. Nos ayuda a entender su naturaleza y su personalidad.

Hay ciertas personas que son absolutamente sencillas cuando se trata de hablar y compartir sus opiniones con los demás. A menudo, la claridad de su comprensión, que se refleja a través de su selección de palabras, los hace intimidantes y en varios casos los lleva a ser temidos inconscientemente por otros. Como resultado, los otros no pueden relacionarse con ellos. La diferencia en nuestras ideas y creencias lleva a la discordia, porque mientras nos involucramos en el acto de hablar, a menudo dejamos atrás los valores fundamentales de entender y respetar las diferencias.

En cuanto a usted, y a todas las demás personas que lean esta respuesta, es importante que nos demos cuenta de que cada uno de nosotros tiene derecho a tener nuestras propias ideas y, a menudo, en el transcurso de la conversación suena demasiado franco y directo, algo que no anticipa el Persona (s) con la que estamos hablando. Esto nos lleva a la siguiente cosa importante que debemos recordar, al hablar con los demás, debemos ser un poco moderados y tranquilos, ya que no todos tienen el potencial de enfrentar la crudeza de nuestra perspectiva. Y si tenemos que adular a alguien, dejemos de lado nuestras creencias por un tiempo y les demos crédito por las suyas, ya que a todos les gusta ser elogiados y sentirse aceptados.

Nos comunicamos con un propósito, y nuestro objetivo debe ser lograr el objetivo. Es incluso en nuestra comunicación personal dentro de una familia o relación. La comunicación es un gran arte y una ciencia. Depende del estado mental del iniciador y del receptor en ese momento. Es por eso que iniciamos nuestra comunicación con ‘Hola’, Hola o ‘Cómo estás’, etc. En los viejos tiempos, aprendimos esto a través de un tratado sobre ‘Análisis transaccional’. Nuestra comunicación no es un juego de un solo acto. A través de nuestra comunicación, construimos puentes de confianza, donde nuestro objetivo posterior se logra con una palabra de comunicación.

En la era actual, muchas cosas se comunican digitalmente, donde tenemos una oportunidad limitada de conocer la mente de alguien. Una palabra dulce o contundente es una herramienta que debe usarse para ver la necesidad del momento. La intención es que uno no debe ser sarcástico, no debe mostrar a la otra persona hacia abajo y no necesita arrodillarse para controlar.

Estamos jugando nuestros actos en el drama de nuestra vida. Cada uno está desempeñando un papel y no debemos perder de vista la obra, y que somos simples actores.

Uno de mis buenos amigos me dijo durante una de mis dificultades, que no necesitamos adularnos, sino identificar y proporcionar un ‘golpe’ que la persona opuesta necesita.

Una gran necesidad de comunicación es la conciencia. En el impulso del momento que olvidamos, y luego decimos que fue un desliz de lengua. Algunas veces alegamos que la otra persona ha lastimado mi autoestima y comienza a abusar de él en respuesta. Ahora mi autoestima significa, respeto que tengo por mi mismo. ¿Cómo puede alguien más, lastimar mi autoestima?

Con todo esto, aprendemos mucho con un esfuerzo consciente y creamos nuestro propio estilo.

La adulación no es un objetivo que deberías buscar, en mi opinión. Es mejor ser sincero. Sin embargo, hay mucha verdad en la máxima: “si no puedes decir algo agradable, no digas nada en absoluto”.

Creo que los enfoques demasiado contundentes pueden hacer que otros retrocedan. Es algo en lo que hay que trabajar. Una buena cosa que hacer es leer libros, encontrar personajes que admires y tratar de ser más como ellos. Esto te servirá bien. Puedes aprender mucho de los personajes ficticios y de las situaciones que enfrentan como resultado de sus acciones.

Hablar sin rodeos puede ser sobre rasgos positivos o negativos. Así que todavía puedes hablar sin rodeos, pero también mencionar cosas positivas a las personas.

La adulación no necesita ser floreada o falsa. Puede ser contundente, como “Te ves muy bien en ese color”.

La adulación a menudo suena poco sincera, ya sea que se trate o no.

Por lo tanto, es mejor hablar con honestidad, pero puede pasar de contundente a aceptable. Sé el mejor oyente que puedas, la gente ama eso. Si tiene que estar en desacuerdo con alguien, hágalo con calma de manera comprensiva. Diga algo como: “Puedo ver por qué te sientes así. Otra forma de ver es …”. El secreto es parecer comprometedor y tolerante tanto si eres como si no.

No estoy diciendo que deba cambiar su punto de vista interno, pero si no cambia su estilo de comunicación, continuará obteniendo los mismos resultados.

La capacidad de hablar sin rodeos y directamente puede ser una herramienta muy útil. Cuando se trata de clavos, se necesita un martillo fuerte para introducirlo, pero habrá ocasiones en que se trate de vidrio.

Le será útil desarrollar la capacidad de ser “filtrado” y saber cuándo ser franco y cuándo usar la discreción.