Ya que he pasado, eso se definió por vivir bajo un techo que sostiene la violencia doméstica cotidiana, supongo que puedo hacer algunos comentarios.
Cuando vives en torno a la violencia constante, no es la violencia real lo que te afecta, en realidad es el mecanismo que utilizamos para explicarlo / entenderlo y absorberlo, en otras palabras, para darle un sentido. La forma en que lo abordamos, es lo que nos define.
Opción 1: asimilar que así se ve la vida y esto es parte de la normalidad.
Inculca el hecho de que esta es la manera de lidiar con las cosas. Nunca aprenden la importancia de entender el punto de vista de otra persona o, en resumen, solo tienen una herramienta en su caja para resolver conflictos y eso es un problema. Eso es todo lo que pueden usar y eso es todo lo que pueden entender. Es por eso que siempre se puede rastrear una infancia violenta / circundante en la mayoría de las personas violentas.
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Opción 2: Excluirse de todo el sufrimiento que los rodea.
Porque intentar justificarlo, o encontrar un terreno donde puedan dar sentido a esa violencia o incluso a la idea de pensar que “esto PUEDE estar justificado”, es demasiado difícil de soportar. De ahí la solución, cortar el árbol de sus raíces, para que recurran a la opción de dejar de sentir. Saben que si se abren, entonces todo su mundo de dolor debe atravesar.
¿Quién querría vivir en un mundo así?
No es la circunstancia que define a una persona, es lo que hace en esas circunstancias, lo que define quién es realmente.