Cómo convertirse en un optimista.

El optimismo frente al pesimismo es, hasta cierto punto, una característica de personalidad arraigada; sin embargo, esta actitud también se ve afectada por tus ideas y creencias, que puedes cambiar. Dos de las palancas más poderosas para lograr una perspectiva optimista son: gratitud y una actitud de esperanza sin expectativas.

La gratitud se puede cultivar dando gracias todos los días por las bendiciones más simples de su vida. Por ejemplo, “Estoy agradecido por esta silla resistente”. Lo ideal es que digas tu agradecimiento en voz alta justo antes del primer bocado de tu cena, o cada comida si puedes. Intenta contemplar que, independientemente de las decepciones que tengas en la vida, también tienes algunos regalos increíbles. En el nivel más básico, puedes estar agradecido por tu último soplo de aire. La gratitud atrae la experiencia de aprecio y admiración, que puede afectar poderosamente tu actitud.

“Esperanza sin expectativa” significa mantener una perspectiva positiva en el futuro, sin ninguna razón sólida para esperar o predecir esa perspectiva positiva. Por ejemplo, espero que la desigualdad de ingresos se reduzca en los próximos 10 años. Tengo en mente ese resultado positivo y busco cosas que refuerzan mi creencia de que este futuro positivo es posible. Somos selectivos en nuestra atención, por lo que establecer una idea positiva en tu mente atraerá información positiva. Esto, a su vez, ayudará a cambiar su actitud.

Puedes cambiar tu perspectiva. Creo en ti.