¿Cómo juega la genética un papel en nuestras expresiones faciales, los gestos y la forma en que hablamos?

Nuestros genes tienen un papel más importante en la configuración de nuestro comportamiento y valores de lo que pensamos.
Un estudio realizado con 13000 muestras de ADN reveló que desde el principio los cerebros humanos tienen diferentes niveles de sensibilidad a diferentes neurotransmisores.

La diferencia más básica se puede encontrar en la respuesta a los neurotransmisores glutamato y serotonina, que son los principales responsables de la respuesta del cerebro al miedo y la amenaza. Las personas que tienen una respuesta más fuerte a estos neurotransmisores reaccionan más enérgicamente a los signos de peligro, incluida la amenaza de gérmenes y contaminación, e incluso amenazas de bajo nivel, como repentinas explosiones de ruido blanco. Estas personas también tienen más probabilidades de ser conservadoras cuando se trata de cosas que se considera que están rompiendo las normas, más probabilidades de ser religiosas o espirituales (sé que hay una diferencia entre las dos) y menos abiertas a hacer cosas nuevas.

Por otro lado, los genes relacionados con los receptores para el neurotransmisor dopamina, que durante mucho tiempo se ha relacionado con la búsqueda de sensaciones y la apertura a la experiencia, muestran que las personas que tienen una respuesta más fuerte a este neurotransmisor están más abiertas a las experiencias, los cambios y más a una ideología liberal. Como dijo el escritor del Renacimiento Michel de Montaigne: “Lo único que encuentro gratificante … es la variedad y el disfrute de la diversidad”. Estas personas tienen más probabilidades de romper las normas de la sociedad, más rebeldes en su infancia, más experimentan cuando se trata de Citas y más probabilidades de viajar y explorar lugares.

A pesar de que los efectos de cualquier gen individual son pequeños, estos hallazgos son importantes porque ilustran un tipo de ruta de los genes a las elecciones e ideologías individuales: los genes (colectivamente) dan a algunas personas cerebros que son más (o menos) reactivos a las amenazas, y que producen menos (o más) placer cuando se exponen a la novedad, el cambio y las nuevas experiencias.

Estos son dos de los principales factores de personalidad que se han encontrado para distinguir a las personas. Un importante artículo de revisión del psicólogo político John Jost encontró algunos otros rasgos, pero casi todos están relacionados conceptualmente con la sensibilidad a la amenaza (por ejemplo, los conservadores reaccionan con más fuerza ante los recordatorios de muerte) o la apertura a la experiencia (por ejemplo, los liberales tienen menos necesidad de experiencia). Orden, estructura y cierre)

PD: Esto es parafraseado de un libro que había leído hace algún tiempo: The Righteous Mind de Jonathan Haidt.