La verdad siempre es algo amargo de probar. A la gente le encantará probar una pizza en lugar de que el jugo de calabaza amarga se deslice por sus gargantas.
No importa en qué situación se encuentre, verá tres tipos de personas. Primero están los honestos (muy pocos), los deshonestos (un número pequeño, pero más que la primera categoría), y la tercera categoría son los farsantes. Podemos hablar en profundidad sobre estas personas en otras conversaciones, pero, por desgracia, no aquí.
Llegando a lo real, lleva mucho tiempo convertirse en una persona honesta. Serás probado de las maneras más difíciles. Intentarás lograr algo, pero fracasarás. Seguirás fallando hasta que creas que eres algo parecido a un maniquí. Tus parientes te despreciarán, la gente tratará de mantenerte alejado. Pero, eso es cuando todo cambia. Algunos amigos te sostendrán, son tus verdaderos amigos. Miras a los demás y puedes entenderlos.
Todo empieza a caer en su lugar. Pruébalo una vez.