Se debe a un complejo de inferioridad.
Las personas con un complejo de inferioridad naturalmente descontarán los buenos rasgos que llevan y, en cambio, magnificarán los negativos.
Cuando otros, incluso con los mismos conjuntos de habilidades y habilidades, muestran capacidad y éxito, entonces la persona con un complejo de inferioridad tenderá a centrarse en los logros de esa persona en lugar de en sus debilidades. Es una lente en la que uno se ve a sí mismo de manera pobre y subjetiva en comparación con los demás.
La manera de superar este problema es darse cuenta de que todos tenemos debilidades y fortalezas. Hay momentos en los que somos fuertes, felices, exitosos, valientes, y hay momentos en los que fallaremos, nos sentiremos tristes, sentiremos miedo y necesitaremos ánimo. No estamos definidos por momentos individuales. Nos desarrollamos a través de experiencias y nos beneficiaríamos si nos esforzamos por seguir trabajando para mejorar.