Generalmente la riqueza tiene atracción por un porcentaje muy grande de personas. Tienen miedo de ser desempleados. No ven la cara del hambre en sus hogares. Quieren vivir una vida de tranquilidad y confort. Quieren que sus planes estén libres de preocupaciones, al menos desde el punto de vista monetario. Algunos quieren ayudar a otros también, financieramente y materialmente. Es por eso que hemos acuñado ‘el dinero hace que la yegua se vaya’.
La historia islámica temprana nos da algo para reflexionar sobre eso. El Profeta PBUH y cuatro califas, es decir, Abu Bakar RA, Umar RA, Usman RA y Ali RA, mostraron que la riqueza no es la única forma de vida. Uno puede vivir felizmente con sencillez, austeridad y sin ansia de dinero. Ese ejemplo nos proporciona que nuestra obsesión con el dinero es el resultado de la fobia a que sin el dinero no podremos vivir.
Una vez que nos deshacemos de esta fobia, la obsesión con la riqueza se va.