Lavavajillas es un aparato bastante caro. Añadir a ello, es el coste de funcionamiento y la depreciación. Si empleamos una doncella para lavar platos, sería bastante económico. Pero todavía varias personas optan por el lavavajillas. ¿Por qué? Porque nos obedece. No estamos obligados a discutir con este dispositivo para hacer su trabajo correctamente. No estamos obligados a recordarle diariamente que no desperdicie ni derrame agua. No estamos obligados a preocuparnos de si haría su trabajo hoy o lo omitiría sin previo aviso. Un lavaplatos nunca sería grosero. Nunca te desobedecería. ¡Es muy conveniente tratar con los aparatos en comparación con los seres humanos!
La imprevisibilidad de la naturaleza humana fue una de las razones principales de toda la automatización que vemos hoy en nuestras vidas.
Lo que quiero impresionar sobre usted es el hecho de que las personas con las que trata, en su vida diaria, no son electrodomésticos. Ustedes subordinados, su conductor y sus hijos, todos ellos tienen una mente propia. Al tratar con ellos, siempre recuerde que no son electrodomésticos y que siempre existe la posibilidad de que puedan reaccionar de una manera que sería muy contraria a sus expectativas. Y siempre debe mantenerse preparado para soportar un poco de incumplimiento ocasional de todas las personas con las que interactúa. Y eso también sin estropear tu estado de ánimo.