No hay un lugar para correr, tú tienes 13. Si tuvieras 18 años, tendrías otras opciones, pero como tienes que quedarte donde estás, aprende lo que puedas de quien puedas. Hable con su consejero escolar. Él o ella está acostumbrado a los problemas emocionales que enfrentan las personas de su edad y puede ser muy útil.
¡Buena suerte!