Excelente pregunta. Me recuerda las veces en que las personas afirmaron que contratar a un terapeuta se compara con “pagar por un amigo”. Hay códigos éticos y legales que cumplir, y razones por las que los terapeutas no son amigos de los clientes.
- Cambia la dinámica. Las “relaciones duales” son un dilema ético con el que se enfrentan muchos terapeutas. A veces, un cliente es una persona realmente increíble que sería un gran amigo. El problema de ser amigos con los clientes es que las expectativas en la sesión cambian. Se pueden pedir favores, y puede volverse complicado más adelante con sentimientos de derecho o resentimiento por no tener los favores devueltos.
- Los límites en la relación terapéutica son parte del proceso de curación y crecimiento. Los clientes pagan por un servicio y puede ser más fácil ser confrontado por un profesional que por un amigo.
- Es una pendiente resbaladiza donde los clientes pueden esperar la revelación del terapeuta. Esto puede hacer que sea muy incómodo y desvíe la atención de las necesidades del cliente en la sesión.
- Tiene sentido que el cliente confíe en el terapeuta y quiera corresponder la atención. Aunque no es el trabajo del cliente. Los terapeutas tienen sus propias formas de autocuidado, sus propios terapeutas y formas de procesar.
- Ser profesional no significa que un terapeuta no pueda ser cálido y amable. Se ha observado en innumerables escritos sobre psicoterapia que la relación terapéutica es el factor más importante en la curación y el crecimiento de un individuo. Ser empático y validar se puede hacer de una manera donde los límites profesionales están presentes.