Generalmente hay dos enfoques:
- Acude al cajero y paga lo que ha comido.
- Usted solicita la factura y luego divide la cantidad por la cantidad de personas que estuvieron presentes, a pesar de lo que eligieron comer.
El primer enfoque no hace que el propietario esté contento, como se puede imaginar, porque tiene que preparar N facturas, mientras que el segundo enfoque no es muy apreciado por aquellas personas que comen porciones pequeñas de alimentos y tienen que pagar también una gran parte de los ingresos. Platos ordenados por “comedores grandes”.