Hay muchas posibilidades:
- Pueden tener un desequilibrio químico en el cerebro.
- Si su éxito viene con la celebridad, pueden desear un equilibrio entre el reconocimiento y el anonimato.
- Pueden sentirse presionados para continuar logrando grandes cosas, presionados para seguir siendo relevantes.
- Es posible que no sigan estableciendo y logrando metas.
Pero es mejor preguntar: “¿Por qué alguien es infeliz?” Las personas exitosas no son menos humanas que las que no tienen éxito. Y la mayoría de las veces, nuestras circunstancias determinan dónde establecemos nuestros objetivos. Si ya tiene éxito, es posible que ya no tenga hambre de comida, riqueza o respeto, pero no importa cuál sea su posición en la vida, siempre habrá algo por lo que tener hambre. Siempre habrá algo que necesita mejorar. Esto no tiene por qué hacerte infeliz. El hambre es algo que todos sentimos, pero puedes elegir contar tus bendiciones. O puedes elegir contar tus maldiciones. Esta es una elección que todos deben hacer, príncipe o pobre. El “éxito” tiene muy poco que ver con eso.