La capacidad es inherente ( biológica ), aunque como todo lo demás está sujeta a variaciones individuales y probablemente grupales. La instanciación particular es instilada por la cultura ( social ) pero eventualmente se toma en el yo ( psicológica ).
La culpa, la vergüenza y otras emociones negativas cumplen una función crucial de supervivencia en el mantenimiento de los grupos. Sin vergüenza, no tendríamos idea de lo que era nuestro propio código moral ni sentiríamos que estamos violando las normas de nuestro grupo. En el extremo más alejado, al sociópata le falta vergüenza. Lo que la gente quiere decir (si lo pensaron) cuando dicen que la vergüenza es mala es que demasiada vergüenza es mala.