Las palabras fallan a las personas que no saben lo suficiente de ellas, o personas en situaciones que han surgido por primera vez en la historia de la Humanidad, sin ningún tipo de paralelismo. Lo último es difícil de imaginar, aunque no del todo improbable. Las palabras nunca han fallado en su propio mérito. Es la gente, que se siente atraída demasiado por la emoción o el pensamiento, para poder expresar cualquiera de los dos, que no puede expresar el uso de las palabras.
Créeme, las palabras son el arma más poderosa inventada por la humanidad. Porque es la única arma que puede controlar todo el resto. Debe poder recordar muchas evidencias y pruebas recientes que subrayan este hecho.