La culpa colectiva castiga a los que no fueron culpables de delitos, y que incluso pudieron haber tratado de prevenir u oponerse a tales delitos. La culpa colectiva también puede ser ineficaz e inmoral, ya que los inocentes sufren retribución junto con los culpables.
El ejemplo más obvio es Alemania después de las guerras mundiales. Los nazis individuales fueron castigados después de la Segunda Guerra Mundial. Toda la Alemania occidental no lo era. En la Alemania Oriental, Stalin decidió debilitar a la nación, eliminando a toda la industria para que ya no pudiera ser una amenaza. Una vez que los soviéticos comenzaron a debilitarse en los años 80, hubo pocos verdaderos creyentes en el comunismo en Alemania Oriental. Esa nación cayó relativamente fácil. También después de la Primera Guerra Mundial, Alemania fue castigada colectivamente por la agresión del Kaiser. Esto debilitó la joven democracia de Alemania e hizo que muchos simpatizaran con Hitler.