Ambas situaciones son malas.
Juzgar a los demás: no podrás entender a los demás y puedes comportarte de manera grosera. De esta manera también pueden perder buenas relaciones, es decir, amigos, conocidos, etc.
Juzga a ti mismo: perderás la conexión contigo mismo. Pérdida de confianza.
Usualmente juzgamos cuando tenemos muy poca información sobre una situación / alguien y nuestra mente actúa tan rápido para concluir que está mal. Entonces, cualquier persona debe hacer un esfuerzo consciente para no juzgar a nadie, sino para entender más, aceptar más.
- ¿Alguna vez has hecho algo que inmediatamente te hizo decirte a ti mismo “Dios mío, ¿qué he hecho”?
- ¿Las personas todavía corren (corren desnudas en público)?
- ¿Qué preguntas deberíamos estar haciendo sobre la Guerra de los Seis Días, que la mayoría de las personas no hacen?
- ¿Por qué no te gusta la gente arrogante?
- ¿Alguna vez te has lastimado repetidamente mientras dormías, como lastimarte físicamente?
Este juicio es requerido cuando estamos / nos veríamos afectados de manera negativa. Entonces para salvarnos a nosotros mismos necesitamos juzgar una situación pero no una persona. Pero cualquiera tiene que estar atento al hacer eso.
Así que deja de juzgar, empieza a comportarte.
¡Paz!