Cuando alguien proyecta sus inseguridades en otra persona, los hace sentir mejor sobre sí mismos y se sienten más en control. Además, al reconocer las faltas de los demás, están desviando la atención de sus propios errores y convirtiendo el foco de atención en otra persona. Algunas personas, especialmente aquellas que forman parte de las religiones fundamentalistas, se lavan el cerebro y se hacen creer que su forma de vida es la correcta y que todos los demás están en el camino equivocado. Si te educan con ciertas ideas, por ejemplo, ver a ciertas personas como inferiores, esas creencias se inculcan en ti y pueden ser difíciles de romper.
Todos podemos ser hipócritas a veces, especialmente si nos sentimos inseguros con nosotros mismos. Culpar y juzgar a otros proporciona una salida para nuestros sentimientos difíciles y un poco de alivio. Sin embargo, a lo largo de los años he aprendido a no ser tan crítico como usted no sabe lo que la gente ha pasado en sus vidas. Ninguno de nosotros es perfecto y no podemos hacer todo bien. Es mejor centrarse en mejorar a ti mismo. Cuando te sientes más seguro y feliz contigo mismo, también aprendes a aceptar a los demás.