A medida que envejezco y estoy más cansado, en promedio me disgustan más personas. Muy pocas personas me parecen buenas, y confío solo en alguna familia. ¿Esto es normal?

No estoy seguro de que puedas definir lo normal en este tipo de situaciones. Si lo que estás preguntando es si esta actitud hacia otros es parte del envejecimiento, entonces diría que no lo es, ciertamente no en mi experiencia.

La forma en que vemos a los demás proviene de los pensamientos que tenemos y de las creencias que tenemos acerca de la seguridad del mundo en que vivimos y el papel que juegan otros en la amenaza de nuestra seguridad.

No creo que, naturalmente, tengamos más sospechas de los demás o temamos confiar en los demás simplemente porque nos hacemos mayores.

En mi experiencia, confío en la gente más ahora que nunca, pero creo que es porque confío más en mí mismo. Así que estoy más seguro de quién soy y de lo que quiero. Como resultado, puedo pedir lo que quiero y dependo mucho menos de los demás para mi felicidad.

Creo que es una elección. Podemos usar nuestras experiencias con otros como positivas o negativas. Sin embargo, el problema clave con cualquiera de las dos opciones es que tiende a obtener más de lo que se enfoca. Así que cuanto más no confíes en la gente, más probable es que te decepcionen. Cuanto más esperas el bien de los demás, más bien experimentas.

Sí, es muy normal. Tu juicio tiende a mejorar con la edad y has aprendido que no sufres tontos.