Odiarás un tema si no puedes lograr pequeñas victorias al conquistarlo.
Es ese momento “aha / eureka” que inspira a tu mente a desear aprender más sobre ese tema. Haciendo que conecte, premia nuestro subconsciente.
Una serie de éxitos pequeños, incrementales y repetidos aumentan su sed de más conocimiento sobre el tema que alguna vez odió, solo para que la mente pueda disfrutar de nuevas victorias sobre el tema.
Encuentre un área en matemáticas (álgebra, geometría, trigonometría, etc.) que, en la superficie, atraiga su interés. Cuando se encuentren cara a cara con la jerga o el disparate de los matemáticos, no caigan víctimas de la intimidación. En su lugar, componer (desglosar) la teoría o ecuación en “partes” comprensibles.
- ¿Qué es lo que más odias y terminas haciendo?
- ¿Por qué la gente dice que los estadounidenses son materialistas cuando en realidad van a la iglesia, se dedican a la caridad y se preocupan por el bien y el mal más que los europeos?
- ¿Alguna vez algo ha provocado algo en tu mente que ha hecho comportarse de una manera muy diferente?
- ¿Por qué la gente pobre es tan perezosa? ¿Por qué no se tiran de las botas?
- ¿Qué es algo que no puede ser rechazado?
Absorba, analice y finalmente “obtenga” lo que dice cada pilar / principio que el área de matemáticas. ¿Podría usted, en sus propias palabras, explicar ese principio a alguien en un ascensor o en una cafetería?
La visualización también es clave. No solo memorice una expresión o fórmula, pregúntese qué le está diciendo. Por ejemplo, el término (2n + 1) donde n es un número entero está gritando, “número impar” y no solo un número se duplicó y le agregó uno.
La matemática es ubicua. Las matemáticas son un tema demasiado grande y multifacético para que no haya un lugar para ti.