Quiero que te imagines estos dos escenarios:
- Tu amigo se acerca para hacer una presentación en clase. Desafortunadamente, aunque está bien preparado, busca palabras y complica la sesión. Así que ahora puedes acercarte a él más adelante y animarlo a hacerlo mejor o simplemente olvidar lo que sucedió y ser como antes. Sobre todo, la gente prefiere el segundo caso. Pero no hay un tercer caso aquí. Nadie lo pensaría después de un día más o menos.
- Usted es un maestro y uno de sus estudiantes hizo una presentación que no estaba a la altura. Debes haber visto a cientos de estudiantes así en tu carrera, y puedes entender su problema al hablar en público. Así que tratarías de motivarlo para que lo haga mejor, ¿verdad?
Ahora, si creyeras que solo tomarías la mejor opción, tus verdaderos maestros y amigos también habrían pensado lo mismo. Entonces, no hay absolutamente nada de qué preocuparse. Después de algún tiempo, la gente incluso habría olvidado que hiciste una presentación. Tómalo como una ventaja.
Pero, tus malos tiempos podrían haber terminado, pero tu trabajo debería comenzar ahora mismo.
Acepte esa presentación atornillada como una oportunidad para trabajar más en sus habilidades para hablar en público y técnicas de presentación.
- Si mis pensamientos y mi visión de la vida de hoy son de la forma en que lo hago, entonces ¿mi visión de la vida es incorrecta?
- ¿Por qué arruino mis oraciones? ¿Como decir ‘tengo una puntuación para resolver contigo’?
- ¿Cómo trataste de estar avergonzado?
- Estoy muy confundido acerca de mi futuro. ¿Qué tengo que hacer?
- ¿Por qué quiero estar loco?
Cometer un error no es un error, pero aprender de él no lo es.
Recuerdo el primer discurso que di cuando tenía alrededor de 12 años. Tartamudeé y tartamudeé, y apenas lo completé. Pero ese día, estaba decidido a no dejar que este pequeño tropiezo me afectara a largo plazo.
Y no había vuelta atrás. Al final de mi educación, había dado charlas a grandes audiencias muchas veces, había realizado un par de pruebas y, casualmente, también había dado una charla sobre hablar en público. Y también en la universidad, sigo participando en competiciones que involucran hablar como los Debates Parlamentarios Británicos y el Modelo de Naciones Unidas.
Eso me lleva de nuevo a tu pregunta. Si hubiera dejado de hacer presentaciones por temor a lo que mis maestros o amigos hubieran dicho, no estaría haciendo lo que estoy haciendo ahora. Nunca dejes que los comentarios o críticas de los demás lleguen a tener efecto. Sacar los aspectos positivos de ella. Y como dije antes, use esta presentación desordenada como una oportunidad para trabajar más duro.
Espero que haya respondido a tu pregunta y también te haya inculcado algo de confianza.