¿Todos quieren ser diferentes?

Diferentes de lo que son?

Tal vez, hasta cierto punto. El pasto siempre es más verde: cuando nos encontramos con otros, es más fácil ver cómo lo tienen mejor o más fácil. Y podemos desear emularlos, tener lo que creemos que tienen.

Diferente a los demás?

Hay personas que disfrutan de la atención y buscarán activamente hacerse únicos. El problema es que la mayoría de estas personas compran en las mismas tiendas y terminan siendo solo otro estereotipo.

Hay otros que resaltan sus diferencias porque disfrutan sintiéndose especiales (no es que haya algo malo en eso).

Entonces, sí, algunas personas intentan ser diferentes.

Pero no todos, yo, por mi parte, me da mucho gusto mezclarme, en ser solo otra cara perdida en la multitud.

En realidad, el instinto natural es pertenecer a un grupo, se prefiere el más grande. Para ser parte de un grupo, debes tener puntos en común. Cuanto más tengas en común, más fuerte será el vínculo. Como en una familia.

Ser parte de un grupo más grande proporciona seguridad y protección.

El problema radica en que todos nacemos diferentes el uno del otro. Cada día crecemos más y más diferentes con cada experiencia y opinión únicas.

Para muchos, esa es una lucha difícil. En teoría, puede ser más fácil abrazar nuestras diferencias con la aceptación y la comprensión.

Al final, lo que a menudo olvidamos es que todos somos solo personas.

Las personas que no quieren ser diferentes se deben a problemas de identidad. Algunas personas quieren ser como una persona específica, pero finalmente se darán cuenta de que estaban equivocados. Cada persona es diferente y nada puede cambiar eso. Puedes probar y falsificar una identidad falsa pero solo te estás engañando a ti mismo

No, todos queremos ser como tú, queremos parecernos a ti, hablar como tú, sonar como tú, oler como te vistes como tú, comer como tú queremos ser exactamente como tú, ¿tienes algún problema con eso?