Un análisis de los factores involucrados con el éxito social implica la idea de EQ, o el cociente emocional. Obviamente, esto se deriva del modelo de CI (cociente de inteligencia) como una medida de qué es lo que hace a una persona carismática en un sentido de liderazgo, y quizás ese podría ser un tipo de personalidad similar al que se manifestaría una persona típicamente popular.
Es interesante que el análisis puede comenzar a una edad temprana, donde los investigadores miden la capacidad de los preescolares para cambiar con fluidez entre episodios de juego de intensa excitación física en escenarios de enfoque intelectual no físico de contraste abrupto, y nuevamente para cambiar abruptamente y con fluidez a los interludios interpersonales, y así sucesivamente, de ida y vuelta entre. Los niños que pudieron cambiar de forma fluida e inmediata con gracia, de una forma de actividad a otra, luego se convirtieron en líderes populares en sus círculos sociales.
Puede reflexionar sobre por qué esto podría ser cierto, pero la buena noticia, si EQ es de hecho una herramienta de análisis útil, es que estas habilidades de cambio se pueden practicar y mejorar a cualquier edad. Así que no importa lo impopular que sea cualquier persona, si esto realmente funciona, todos podemos practicar nuestras habilidades de cambio y ser más amables y más efectivos socialmente.
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